El otro cine y mi creatividad

 

A estas alturas ya me he confirmado que mis alumnos no solamente quieren saber en qué consiste el trabajo de un ayudante de dirección y que pensaban que ésta es una forma de acceder al mundo del cine por medio del trabajo. Sé que ellos también han acudido a la escuela y a mí en busca de algo más, más sobre el cine.

Todos buscamos puertas abiertas y me causa cierta impresión saber que detrás de sus preguntas sobre triviales detalles prosaicos de un rodaje, se oculta, tímidamente, el deseo de saborear la propia creatividad, liberada por el simple hecho de sentir que ahora soy parte de esto que se llama cine y me permito tener ideas y tratar de convertirlas en un película.

Consciente de ese fondo que les mueve y que no deja de ser lo mas lógico, les estoy proyectando algo de cine experimental, del de verdad. Hay un cortometraje que me tiene absolutamente fascinado, del realizador francés Jean Gabriel Périot, que tuvo a bien enviarnos una copia para CINESTRAT 08. Se titula Nijuman No Borei, o 200000 fantasmas, y es un sobrecogedor homenaje visual Hiroshima. En apenas 10 minutos convierte unas mil fotografías históricas en un poema audiovisual que no me canso de ver y que ayer dejó fascinado a mi grupo de alumnos. Bueno, pues estas pequeñas extralimitaciones mías en el temario de lo que sería un simple curso de Ayudantía de dirección, nos transporta hacia ese mundo soñado del cine, pero a un cine que no suele verse fácilmente. Lo didáctico de todo esto es que de repente nos podemos saltar los clichés en nuestras mentes y abrirnos a otras posibilidades de ser creativos en este campo caótico de las imágenes en movimiento.

Jean-Gabriel Périot transforma archivos de imágenes en relatos simples y sorprendentes. Es ajeno a consideraciones como estándares audiovisuales o la fama. Su cine es su propia terapia creativa, un tortuoso camino que le ha conducido por medio de sus poemas fílmicos de la crítica feroz al positivismo existencialista. Y de este modo nos muestra que la creatividad es precisamente eso: creatividad. Si nos liberamos de las ideas preconcebidas sobre cómo debemos hacer cine hoy en día, podremos ser creativos y disfrutar de ello. Incluso podremos ser originales y, si somos aplicados y generosos, dar buenos resultados. Ver este cine desconocido es simplemente dejar de soñar para empezar a imaginar ..

Seguiremos viendo ese otro cine en las semanas sucesivas del curso. Hay un mundo sin descubrir allí fuera y dentro de cada uno de vosotros.

 

Por René Bijloo
Curso AD, octubre 2008